miércoles, 1 de agosto de 2012 | | By: Cristina

El valor educativo del deporte y de la actividad física


La educación física y el deporte tienen unos altos valores educativos y, bien encauzados, prestan un servicio muy importante a la formación de una personalidad fuerte, sacrificada y con capacidad para superar dificultades y obstáculos.

La actividad física y deportiva es una necesidad biológica y, por tanto, ha de formar parte del pleno desarrollo y conservación armónica del organismo, que debe estimularse  y planificarse a lo largo de las diversas etapas de la educación; labor para la que es necesaria una programación con un desarrollo exigente y de calidad, que viene desempeñando el profesorado de Educación Física a plena satisfacción.

La educación física y el deporte tienen una serie de componentes físicos y psíquicos que favorecen el proceso educativo; enseñan a superarse, a dedicar tiempo y esfuerzo a conseguir metas, es decir, a aplazar el éxito y a saber que éste llega con dedicación y sacrificio; a acatar las normas, lo que es de indudable valor para completar el proceso de socialización y, por supuesto, a practicar siempre el juego limpio, formándose en un concepto competitivo que evite las trampas de cualquier clase, dirigido éste a vincular superación con la máxima limpieza moral; también a trabajar solidariamente en equipo y a superar las tentaciones egocéntricas, a la vez que a favorecer el conocimiento de sí mismos y en relación con los demás.

Tiene especial relevancia que el deporte enseña a encajar las derrotas, sabiendo que para lograr triunfos es necesario sobreponerse a fracasos, y también a no dormirse en los laureles, a la vez que enseña a relativizar y a compartir los éxitos. Las civilizaciones clásicas valoraron muy positivamente la educación física y el deporte. Platón consideraba estos aspectos la primera fase o el primer peldaño educativo y los romanos divulgaron el mens sana in corpore sano, percibiendo con toda claridad que, para poder disfrutar de una actividad intelectual fecunda, era necesario compaginarla con el adecuado ejercicio corporal.

En España, debemos tener presente la labor realizada por la Institución Libre de Enseñanza, con sus excursiones, su contacto con la naturaleza y el conjunto de actividades pedagógicas destinadas a armonizar y equilibrar todas las potencialidades de niños y adolescentes.

Por su parte, don José Ortega y Gasset, también dedica páginas muy brillantes del conjunto de  su obra a elevar la moral en el sentido deportivo del término y a considerar que, sin un adecuado desarrollo corporal, no hay educación integral posible. En la actualidad, pensadores de la categoría de Howard Gardner, en el desarrollo de su teoría de las inteligencias múltiples, –en su From of de mind: The Theory of Multiple Intelligences, (1983) – señala cómo éstas interactúan, pero señala, igualmente, cómo una de ellas, la kinestésica, está estrechamente vinculada a la práctica deportiva, al lenguaje corporal, al manejo de los sensores corporales, a la danza, al arte dramático, etcétera.

No quiero dar por finalizadas estas reflexiones sin valorar, muy positivamente, el esfuerzo de los jóvenes deportistas, que compaginan los programas de tecnificación o de alto rendimiento con la atención a las necesidades formativas, lo que les permite, asimismo, superar sus metas académicas.

Fuente:
Francisco Benito Cristóbal
Catedrático de Biología y Geología
Director IES Ortega y Gasset de Madrid


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